viernes, 26 de abril de 2013

Dramatización cuarto sueño - las jeringuillas

El sueño trataba de la propia protagonista, la cual estaba en una sala del médico. Entraban de repente dos médicos que la sujetaban (mientras ella estaba boca abajo sobre la camilla) para que se estuviera quieta y poder ponerle diez jeringuillas, aunque al final solo le ponían una y era cuando se despertaba.

Pues bien, una vez contado su sueño, Ángela, la soñadora, eligió a los representantes de cada personaje del sueño. Es este caso, la dueña del sueño me eligió a mí para ser su ego onírico, por lo que pude vivir el sueño desde un sitio más cercano y profundo. A continuación, escogió a las 10 personas que iban a representar a  las jeringuillas. Además, la profesora sacó algunos objetos amarillos que encontró   (se pueden ver en la foto de la derecha) ya que las jeringuillas contenían líquido amarillo dentro, para que pudiera ser lo más parecido posible.

 



Como podéis observar en la foto, solo aparecen 9 jeringuillas, ya que estábamos escasos de personal (pues es importante que la soñante y profesora se queden fuera para poder observar la dramatización). Por ello, la solución fue escoger una décima jeringuilla algo más "inerte", os la muestro a continuación:

                                     

En esta imagen se ven a los dos médicos que según explicó la soñante, eran bastantes bordes con ella en el sueño, la sujetaban muy fuerte.

                                          

En esta imagen se ve como la doctora intenta inyectar la primera aguja a la paciente. La soñante escogió la escultura femenina para representar la jeringuilla ya que como pesaba más, lo relacionó con el dolor que le producía, pero tuvimos que cambiarla por una compañera, ya que pesaba demasiado para estar repitiendo el sueño con dicha escultura.

                                            

Hicimos varias representaciones del sueño, las primeras según el sueño real, y la última lo modificamos para que el final fuera algo más positivo.

Las primeras representaciones tuvimos que modificarlas según las pautas que nos dio la soñante. Las dos primeras veces no conseguí sentirme como la verdadera soñante. Cuando lo repetimos una tercera vez, fue diferente. parecía que estaba en el mismo sueño, tuve la misma mala sensación que la soñante al pensar que tenían que pincharme diez veces y que le tenía pánico a las agujas.


Para finalizar, lo realizamos una última vez modificando el sueño. Los médicos que sujetaban eran mucho más amables, por lo que cuando me veían me tranquilizaban y me invitaban a adoptar una posición más cómoda, estar sentada en lugar de tumbada boca abajo. La verdad es que solo cambiando la actitud de los "doctores", en la dramatización se notó una energía mucho más positiva, por lo menos en mi caso. Estaba mucho más tranquila, ya no sentía ese pánico a que me pincharan.

 A todos los gustó este final, era mucho más positivo y la energía que se sentía en el grupo era diferente a la del sueño real, por lo que aquí terminó la dramatización de este sueño.

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