
lunes, 29 de abril de 2013
SENSACIONES PASADAS.
Este fin de semana cuando fui a casa de un familiar y me puse a jugar con sus hijos encontré entre sus juguetes un SOLDADITO DE PLOMO, y lo primero que recordé fue la dramatización del sueño de Raquel una compañera de clase. Recordé como me sentí en aquel sueño, yo hacía de baúl y Jesús era el soldadito de plomo que salía de mí, es decir, de el baúl. En esa dramatización sentí la necesidad de guardar, proteger y ocultar al gran soldadito de plomo que aparecía en aquella habitación por sorpresa. Y esa misma sensación sentí cuando vi aquel soldadito de plomo rodeado de mil juguetes más.

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